

Pasa el tiempo, inexorable, entre dos mundos que han colisionado. Y es un conocerse y un verse, profundo. Ver al otro y a sí mismo. Es un viaje, un descubrimiento. ¿Quién eres? ¿Quién soy? Un espejo frente a otro espejo.
Se miran, se ven y a veces no se reconocen. Te quiero, pero me pierdo. Serás lo que veo de mi mismo, serás el amor desenfrenado, el amor que no entiende de imposibles, un amor confuso, extraño, bonito a ratos, que va y viene. Besos, abrazos, plenitud, belleza. Eres, pero no eres. Aunque siempre lo serás. Pero sobre todo eres aprendizaje, despertar, un darse cuenta, revelación, crecimiento, liberación.