Obra perteneciente a la serie de DERIVA, disponible en Galería Sara Caso.

Entiendo la pintura, a la vez como un medio y un fin en sí mismo, por el que representar lo inesperado de la propia acción de ser y estar en un determinado espacio. Partiendo de la idea del hábito, la práctica, la costumbre, la tradición … sumerjo al espectador en un mundo de cromáticas exageradas, dónde texturas, naturalezas muertas y vivas, estampados, patrones, conforman la obra.

Otorgo gran importancia al proceso y a que éste quede evidente en todas la piezas resultantes, dejando una sensación de “imperfección deliberada”, simulando lo que sucede, cuando realizamos cualquier acción cotidiana, siempre queda ese ápice de espontaneidad, fruto del azar.

El color, como motor de expresión, cargado de contrastes y la integración de la propia paleta física en la obra a modo de huella del proceso del cuadro, son algunas de las características presentes en las piezas más actuales. Con ello establezco un desafío a las “reglas” impuestas por esa tradición de la que todos venimos, liberándome de las costumbres ancestrales y moldeándolas a mi voluntad. Selecciono lo que me gusta y lo que no, lo que es bueno o malo, lo que resulta atractivo o de lo contrario horroroso, entrando en un juego de configurar mis propios códigos de conducta, mi propio folclore visual, transformando la convención social del entorno.